A la hora de contratar un préstamo hipotecario muchos de nuestros clientes se encuentran con que no tienen ni idea de lo que significan algunos de los puntos que se encuentran. Por ejemplo, el tipo de interés hipoteca que te presentan en la entidad bancaria. Esto es un dato importante, y que hoy te explicaremos, ya que estos intereses junto al plazo de la hipoteca son los que establecen el total del préstamo hipotecario. Además, esta relación igualmente fija la cuota mensual a pagar durante su amortización.
Tipo de interés fijo
Como su propio nombre indica, si contratamos una hipoteca con tipo de interés fijo, este se mantendrá fijo y constante durante todo el periodo del préstamo hipotecario. Es decir, que si contratas este tipo de hipoteca no te vas a ver afectado por las subidas del Euribor o cualquier otro índice de referencia que esté vinculada la hipoteca. Eso sí, tampoco te beneficiarás de las bajadas de este índice.
Por lo general no se contratan estas hipotecas, de hecho solo son comunes en determinados momentos. Esto es cuando el índice de referencia hipotecario está en niveles bajos, entonces la demanda de las hipotecas fijas aumenta con temor de que estos índices suban de manera repentina.
Tipo de interés variable
Al contratar hipotecas de interés variable estarás más expuesto a los vaivenes del mercado. La cuantía que tendrás que pagar cada mes va a depender de un porcentaje constante (el diferencial) y otro variable (el Euríbor). Al contrario que en las hipotecas de tipo fijo, te beneficiarás de las bajadas de este índice, pero también te subirá la cuota cuando se eleve el índice.
Otros tipos de intereses hipotecarios
Si ya te has acercado al banco a preguntar por una hipoteca tal vez te hayan hablado de otras posibilidades que ofrecen alternativas que suavizan los inconvenientes de los tipos más comunes. Son productos financieros híbridos y su misión es aclimatarse a las necesidades de los futuros hipotecados. Los 3 más comunes en la actualidad son:
- Con las hipotecas de tipo de interés mixto podrás negociar una hipoteca los primeros años (entre 3 y 5) aplicando el tipo fijo. A partir de ahí se te aplicará un tipo de interés variable. Es decir, en los primeros años del préstamo te aseguras no tener ninguna sorpresa ya que todo está negociado.
- El préstamo hipotecario de cuota fija se trata de una hipoteca de interés variable pero la cuota hipotecaria mensual es la misma mes a mes. Si los tipos incrementan deberás de pagar más cuotas y si bajan, menos.
- Si contratas una hipoteca variable con techo te asegurarás que los primeros 10 años tendrás un límite máximo del tipo de interés. Así te librarás de las significativas subidas que pueden tener los tipos.
Ten cuidado, no te emociones con las ofertas atractivas en los primeros años ya que este tipo de productos también están ligados a comisiones que a simple vista a veces no se ven.