No es extraño encontrar en la firma del contrato de la hipoteca o del alquiler la solicitud de un aval. Se trata de una persona que realiza una función de seguridad para demostrar al banco que puede pagar el préstamo, o en el caso del arrendamiento, que se podrá hacer frente a cada mensualidad. Cada vez es más común y sobre todo a raíz de los impagos de los alquileres durante la crisis del Covid-19.
¿Qué responsabilidades tiene un avalista del alquiler?
Si antes se exigían dos a tres meses de fianza para poder firmar un contrato de alquiler, en los últimos años estamos viendo que también se incluye la figura del avalista. Esta es la forma de garantizar que el propietario recibirá el pago del alquiler.
Para poder ser aval hay que firmar un contrato que responsabiliza a esa persona de unas obligaciones legales, que tendrán una duración igual a la del alquiler. Entre ellas:
- Hacerse cargo de la deuda en caso de que el inquilino incumpla el contrato.
- Las personas pueden responder al aval tanto con su dinero como con un bien físico, como por ejemplo una propiedad.
- También deberá cubrir los costos pendientes que el solicitante del alquiler no cumpla y estén firmados en el contrato o acuerdo.
- El avalista responde como deudor principal, por lo que está forzado al pago de la deuda con sus bienes actuales y futuros.
- Ser avalista puede ser un problema ya que igual nos provoca problemas a la hora de solicitar crédito para su persona. No por incumplimiento, sino porque la carga crediticia es muy grande.
¿Y el avalista hipotecario?
Como te explicábamos antes, la figura de los avalistas no es muy común en el alquiler (aunque cada vez se vea más), pero en las hipotecas sí que está muy extendido. Por lo general, las personas jóvenes que quieren adquirir una vivienda y no tienen suficientes fondos recurren a su familia para que sus padres firmen la hipoteca y vayan ellos como garantía.
Hoy por hoy, la hipoteca media en España es de 150.000 euros a unos 25 o 30 años. Esto supone el pago mensual de 500 euros cada mes, aproximadamente, y a muchas personas no les resulta sencillo hacerle frente, en especial en la situación de recesión que nos ha tocado vivir. La figura de un aval soluciona el problema de tener que pedir diferentes préstamos y ayuda a pedir una cantidad mayor en caso de necesitarla.
Los avalistas de la hipoteca también tienen una serie de responsabilidades que deben conocer antes de firmar:
- Un aval deberá cubrir todos los gastos que el solicitante de la hipoteca no pueda hacerse cargo.
- Es posible limitar la responsabilidad de impago mediante su estipulación en el contrato. Para ello, se debe establecer las cantidades, los intereses y las comisiones mínimos que se deben cubrir y que una vez pagadas exime al avalista del resto.
- Salvo que se disponga algo diferente un avalista es responsable de todos los términos, condiciones y disposiciones de una hipoteca.
- El aval se transfiere a los descendientes incluso aunque muera el avalista original.
Antes de convertirte en aval, analiza cada caso
La figura de un avalista es una responsabilidad enorme y que debe ser utilizada con mucho cuidado.Es por esto que los expertos recomiendan tener cuidado a la hora de prestar este servicio, en especial, a la hora de alquilar.Si eres propietario y aún así no te fías a la hora de alquilar siempre tienes la opción de hacer un seguro al alquiler. Y antes de dar cualquier paso te recomendamos que nos dejes asesorarte ya que en Agencia Santa Olaya contamos con profesionales del sector.