Tras un tiempo buscando, crees que has encontrado el que será el hogar de tus sueños. Una duda muy común antes de firmar el contrato de compraventa es si será una buena inversión. En Santa Olaya, con nuestra experiencia, queremos darte una serie de claves para hacer esa adquisición de forma segura y sin riesgo a equivocarte
Claves para saber si una propiedad es buena compra
Adquirir una propiedad debe ser una decisión basada en hechos y aspectos que nos indiquen que hemos acertado, sobre todo, si queremos comprar para alquilar y conseguir rentabilidad con la compra. Para minimizar el riesgo, pero sobre todo, para quedarnos más tranquilos tenemos que tener una serie de aspectos que influyen en la elección o no de la futura propiedad.
El proceso para saber si la elección de la propiedad que queremos adquirir es una buena inversión o compra debe ceñirse a diversos criterios que cambiarán en función de si queremos rentabilidad, ingresos o tranquilidad.
Lo que queremos decir es que no es lo mismo comprar para alquilar que para vivir
Si lo hacemos una buena compra podemos conseguir unos ingresos pasivos a través del alquiler o futura venta.
Pero igual eso no nos interesa ya que lo buscamos es adquirir para vivir.
En todo caso, debemos adoptar una mentalidad de compra estratégica y tener en cuenta los siguientes factores que te ayudarán a sopesar la futura elección de compra. A modo resumen, te contamos todos los factores que tienes que valorar antes de hacer una inversión inmobiliaria como es comprar una casa. Son los siguientes.
Márcate un presupuesto
Antes de hacer cualquier tipo de compra debes saber cuánto estás dispuesto a gastar.
Eso sí, antes debes saber varias cosas. Lo primero es que una inversión inmobiliaria no es una compra única y que existen ciertos gastos añadidos. Estos gastos los dividiremos en gastos fijos (impuestos, gestión y papeleo o seguros) y variables (gastos de mantenimiento, reformas o coste de la hipoteca, por ejemplo)
Los gastos variables pueden ser los más difíciles de calcular, pero es importante incluirlos y anticiparnos a ellos. Si bien es cierto que no siempre acertaremos al 100 %, lo mejor es ajustar lo máximo posible para no acabar en números rojos. No te olvides de incluir posibles gastos inesperados como hacer una reparación cotidiana de sustituir el calentador de agua o algo más caro como arreglar el tejado después de una fuerte tormenta.
Vivirás allí o vas a alquilarlo
No es lo mismo comprar para alquilar que para vivir. En el primer caso, debes prestar más atención a la posible rentabilidad, mientras que en el segundo a otros factores como el precio, la ubicación y el estado de la vivienda.
Precio de mercado y localización
La ubicación de un piso o casa es un factor crítico a la hora de comprar. No es lo mismo comprar en el centro de la ciudad que en las afueras. En este sentido, es importante aplicar el sentido estratégico y valorar la compra o la inversión inmobiliaria en su contexto teniendo este aspecto y valorar todo en su conjunto.
- ¿Qué es más importante para ti? Que tu piso esté situado en una zona cercana al centro o en un barrio en la periferia.
- ¿Te da igual comprar una casa de vacaciones fuera de la línea de playa o prefieres invertir en reformas?
Puede parecer un error o no, pero si compras el piso que te gusta en un sitio con el que no estás contento igual no es una propiedad que te merezca la pena.
A menos que la quieras alquilar e igual te da igual. Entonces, junto a la ubicación, entran otros factores como el precio de mercado, el coste de renovación e inversión. Piensa que la competencia, el precio de mercado y la renovación pueden llegar a ser tan bajos que igual te compensa la compra. O no. Todo depende de lo que te interese.
Por lo tanto…
Saber si una propiedad es buena compra depende de muchos factores y no es algo que se determine fácilmente. Igual para ti son más importantes los servicios y te merece la pena un piso más lejano y barato. Otro propietario pensará diferente.
La clave es valorar todos los aspectos, alquiler, ubicación, presupuesto y gastos, en su conjunto y pensar qué te merece la pena. Y es que comprar una casa no es una regla matemática en la que 2 más 2 son cuatro. Igual no compramos la mejor casa del mundo, pero sí la que más se acerca a lo que queremos.